domingo, 9 de agosto de 2015


Aquí vamos :) Misión cumplida!Gracias, Vale!!
Posted by Leoniris Ledezma Acuña on Domingo, 9 de agosto de 2015

lunes, 13 de julio de 2015

LA PROMISCUIDAD SOLAPADA

LA PROMISCUIDAD SOLAPADA

Hace días que se me aparece la palabra promiscuidad en la cabeza una y otra vez. Es una palabra muy cargada de miles de interpretaciones. La moral dice que la promiscuidad “está mal”. Pero no explica porqué. En una especie de contra oferta, la liberación sexual propone que la promiscuidad no existe. Que uno no tendría porque reprimir su deseo, y que si uno sufre porque quién ama tiene relaciones sexuales con otra persona, es porque está reprimido. O sea, pedir que la persona que uno ama esté solamente con uno, también tiene que ver con una incapacidad. Y, como la moral, tampoco explican mucho porqué.
Hoy a la mañana busqué promiscuidad en el diccionario. Sí, el diccionario también puede estar atravesado por interpretaciones muy subjetivas. Sin embargo, encontré una definición que me satisfizo: “Desorden sexual”.
Para la Astrología, Virgo simboliza el orden. No simboliza el orden obsesivo que impone cómo deben ser las cosas. Simboliza el orden que entiende que cada cosa ocupa un lugar y una función. También en cuanto a las emociones. Y que en la medida en la que somos capaces de nombrar lo que sentimos, nos ayudamos a nosotros mismos a trascender nuestros miedos. Esa trascendencia, es amor.
La moral tiende a inhibir el deseo. Si las cosas se definen a través de lo que está bien y de lo que está mal, poco importa si nos encienden o no. En la formula de la moral, no hay espacio para lo que uno siente le da placer. Porque si lo que me da placer no cuadra con cómo yo debería ser, entonces sentir placer está mal.
Para la “liberación” sexual, todo pasa por lo que deseo sin restricción. Pongo liberación entre comillas, porque no creo que esto sea realmente libertad. Si lo quiero, lo hago. Y si en el ínterin lastimo a alguien, es una incapacidad del otro. Porque yo, no me voy a reprimir.
En el transcurso de mis años como Tarotista y Astróloga, he escuchado muchísimas veces a hombres y mujeres decir: “Hasta ahora siempre hice lo que había que hacer, ahora voy a hacer lo que yo quiero”. Para quienes saben de Astrología, esto es algo que, a mi criterio, sucede cuando una persona oscila entre un polo plutoniano y el otro. Es decir, antes era víctima y me sometía a todo lo que los demás, incluida la moral, me decían que tengo que hacer. Ahora hago lo que yo quiero, y que los demás se acomoden a mí.
Con lo cual, la supuesta “liberación”, no es símbolo de una verdadera transformación, sino que es el desquite a esa imposición a la cual la persona se acomodó, para ahora poder imponer lo que ella quiere, sin ninguna restricción. Y es por esto que definir a la promiscuidad como “desorden” me parece una propuesta enriquecedora. Entendiendo que el desorden no tiene que ver con cuantas personas estoy. Sino con mi capacidad para comprometerme con la emoción que motiva el deseo, y en la valentía que propone ser coherente con lo que uno desea, sostener el deseo aún cuando sentimos miedo.
Voy a traspolar la promiscuidad a otro contexto. Mucha gente llega al consultorio con el deseo de cambiar de trabajo, de soltar la “relación de dependencia” a un contexto en el cual se sienten sometidos, para ser felices haciendo lo que les gusta hacer. Quieren ser coherentes con su deseo. No siempre, pero en general, creen que porque les encanta eso que hacen, de ahora en más, va a ser fácil. Porque lo difícil, creen, era estar sometidos.
Toman la decisión de comenzar a buscar un nuevo trabajo o de comenzar con su emprendimiento. Se arman su CV, su Fanpage en Facebook, su WEB. Y se sientan a esperar a que su felicidad se multiplique. Pero no sucede como imaginaban. No encuentran el trabajo de sus sueños rápidamente, la Fanpage crece despacito y a la WEB entran dos personas por día. Sienten miedo, sienten frustración, y, empiezan a descreer de su deseo. Para tapar la angustia, o abandonan su proyecto y vuelven a su relación de dependencia, o cambian su deseo. No sostienen el proceso, y se desordenan. Aparece la promiscuidad.
En las relaciones de pareja pasa algo similar. Por ejemplo:
Personas que se han sentido sometidas en pareja, deciden separarse. Después de la separación, se sienten libres, porque ya no se someten a lo que nadie espera de ellas. Cuando andando por la Vida, alguien las enciende, sucede alguna de las siguientes situaciones:
1) Hacen caso omiso al deseo. Porque entienden que enamorarse es volver a someterse, y no quieren volver a depender.
2) Proponen a sus parejas una relación abierta, donde si sienten ganas de estar con otra persona, no tienen que reprimirse ni someterse.
De la misma manera que con el trabajo, asumen que la libertad está en no tener que lidiar con la tendencia que los seres humanos tenemos a ir por lo seguro. Ante el miedo y las crisis que el poder sostener el deseo conlleva, asumen que el objeto de deseo es poco confiable. Cuando en realidad, lo poco confiable es lo frágiles que muchas veces somos para luchar por lo que queremos.
Ser libre es un trabajo y es un compromiso de fidelidad para con el deseo.
Es saber sostenerlo, aún cuando el miedo, cuando eso que en nosotros pulsa por someterse a la seguridad que brinda la dependencia infiere intensamente en nuestra consciencia.
Cuando voy a buscar otro trabajo, ¿es porque no puedo desafiar a aquello a lo cual inconscientemente me someto, o porque realmente superé la frustración y habiendo sostenido un proceso entiendo que mi trabajo actual no suma a mi Vida?
Cuándo voy a buscar otra persona con la cual acostarme, ¿es porque realmente esta persona me posibilita seguir creciendo emocionalmente, o es porque con la que estoy me enfrenta a algo en mi mismo que necesito soltar para seguir creciendo?
El deseo y la felicidad son un desafío.
Un desafío que nos merecemos.

viernes, 22 de mayo de 2015

Mercurio Retrógrado, HOLA

Mercurio Retrógrado, HOLA Mercurio querido, te pusiste retrógrado. De vuelta a mirar esas cuestiones que en los últimos tiempos metimos debajo de la alfombra. Diciéndonos era por falta de tiempo, por falta de dinero, por falta de energía... Cuando en realidad fue por falta de voluntad. De voluntad de tomar esos pedazos nuestr@s que van quedando desperdigados en cada desencuentro que no hicimos el trabajo de trascender, de asimilar, de procesar. Entonces desde hace unos días y hasta el 12 de Junio, te vas a ocupar de que nos sea extremadamente dificil, sino imposible, no decir eso que nos quedó por decir, sentir eso que nos quedó por sentir, mostrar eso que nos quedó por mostrar. Comunicar eso que necesitamos expresar. Y cuando hagamos los inténtos inútiles por hacer de cuenta que está todo bien para evitar el conflicto y el dolor, vas a articular la realidad de manera tal que eso que tiramos por la ventana, esté dándonos la bienvenida cuando abramos la puerta de entrada. O de salida. Nos vas a ayudar a decir que sí cuando la Vida nos esté pidiendo nos tiremos a la pileta, y nos vas a ayudar decir que no, cuando haya llegado la hora de dejar de luchar. Mercurio retrogradando, te acepto como una bendición. Voy a decir lo que necesite decir. Bienvenidas la pocas pulgas embuídas en amor. Es momento de cantar la posta que canta nuestro corazón. Porque lo demás, se terminó.

jueves, 23 de abril de 2015

Llegó TAURO: Aprendé a prosperar siendo consecuente con lo que te hace feliz



El ciclo Taurino del año arrancó antes de ayer.
Ya embuída de su energía lenta y tierna, les cuento un poco de qué se trata.
Sin ánimo de entrar en demasiado tecnicismo, les explico que en Tauro, la fogosa energía Ariana de impulso y velocidad, se transforma deteniéndose, volviéndose substanciosa y tangible, enteramente material.
Tauro simboliza el registro material de la Vida.
Mucha gente cree que si algo no se puede ver, tocar, oler, oír o degustar, no existe. Esta gente entiende al dinero como el recurso a través del cual obtener más cosas que pueden ver, tocar, oler, oír y degustar. Con lo cual, como la vida se trata de acumular más y más cosas para experimentar a través de los sentidos, dedican su vida a acaudalar dinero para poder adquirir más y más.
Existe otro fenómeno cultural que rechaza la materia como algo significativo para la Vida. Esta cultura valora más el pensamiento, la ideología, la espiritualidad o las emociones. No se siente más o menos vivo de acuerdo a cuanto tiene, sino a ser consecuente con sus creencias. Descarta así al orden material como un referente a través del cual define cuán feliz es. Su realización se expresa a través del lo que sabe, piensa y siente.
Hace tres años, cursando filosofía en la universidad, le pregunté a mis profesores para qué servía pensar tanto, si lo que analizábamos era imposible traducirlo a estrategias concretas para mejorar nuestra calidad de vida. A lo cual me respondieron que la filosofía por definición no se ocupa de situaciones concretas de la vida, sino a pensar. Obviamente, pregunté "porqué". A lo cual me respondieron, y asumo esta fue una interpretación personal, "porque lo concreto implica aceptar nuestras limitaciones, y al no saber trascenderlas, nos dedicamos a pensar". A lo cual yo respondí, "como la iglesia, que al no saber qué hacer con el cuerpo, el sexo y sus complicaciones, lo reprime y nos dice que no existe. Parece ser que la ciencia y la religión tienen mucho más en común de lo que aparentan". A lo que no me respondieron nada. Pero me parece que mis planteos les caían bien, porque a pesar de perturbar las clases con mis cuestionamientos y de entregar todos mis trabajos prácticos dos semanas tarde, me pusieron un 8 en la libreta.
Parece ser que nuestro inconsciente colectivo, que en lenguaje cotidiano se llama "cultura", separa la materia y el cuerpo, del pensamiento y el sentido de la vida. Como humanidad, no sabemos cómo unir, cómo sintetizar estos dos aspectos de la existencia.
A mi entender, esta separación que hace la consciencia entre cuerpo material y pensamiento, emoción y sentido, es el fundamento de la desintegración psíquica que imposibilita el desarrollo del potencial creativo de cada ser humano.
El cuerpo, la mente y la emoción pueden integrarse. Y esta integración es el principio del poder acumular dinero siendo feliz. Porque el dinero no es el enemigo del desarrollo espiritual, sino la manifestación concreta de que nuestra alma está prosperando porque estamos contribuyendo al mundo a través de lo que nos da placer hacer, a través de lo que nos apasiona. Y esta pasión se siente en el cuerpo, que es el vehículo que nos indica qué sentimos cuando hacemos lo que hacemos a través de la empatía y de compasión, que a su vez estimulan la generosidad. La generosidad es el principio de la abundancia.
Y nada más coherente con Tauro que la abundancia. Abundancia de cuerpo, de placer y la sexualidad a través de los sentidos que alimentan el espíritu y el corazón de los otros que nos necesitan.
Hoy Tauro te pregunta: ¿qué necesitás vos para ser feliz?
Eso que necesitás es el recurso a través del cual vas a desarrollar tu potencial, el potencial que va a convocar a aquellos que van a contribuir a tus proyectos.
En tu necesidad creativa, en eso que sos y que aportás al mundo, nace la síntesis de la materia y de lo trascendente.
Materia trascendente que te posibilita ser feliz.

domingo, 19 de abril de 2015

Muchas Gracias Vale por la experiencia de ayer! Sabíamos con Claudia que íbamos al encuentro de respuestas diferentes,...

Posted by Betiana Eyherabarren on Domingo, 19 de abril de 2015

jueves, 5 de febrero de 2015

Qué misterioso fenómeno que es el Dolor

Qué misterioso fenómeno que es el Dolor.
Como que nunca se termina de entender bien qué es:
Una mezcla hecha de la tristeza de lo que ya no está y querríamos que esté, del alivio de dejar de luchar porque esté cuando ya no puede estar, del miedo a lo desconocido que se está empezando a transitar, de la desconfianza que no cree va a nacer algo nuevo, del amor que se siente al poder pedir lo que uno necesita para poder ser feliz, del pánico a la agresión que imaginamos puede manifestarse por estar pidiendo, de Fé, de potencia, de avances, de las caricias de los que nos aman y recuerdan quienes somos y cuanto valemos, de la ausencia de los que amamos y no pudieron darnos lo que necesitamos, del límite que significa poder pedirlo, de la puteada necesaria a quien nos agrede por estar expresando lo que necesitamos, de puerta que cierra.
De puerta que se abre a lo nuevo.

miércoles, 4 de febrero de 2015




Estoy sentada en la sala de espera de la veterinaria, mientras la castran a Toti, mi gatita.

Me llevó mucho tiempo tomar la decisión de operarla. 

Me parecía una locura sacarle un órgano. Hasta que me di cuenta de que por no sacarle un órgano, la estaba privando de su tranquilidad emocional y mental.
Y eso, es aún más loco. Y cruel.

Con lo cual, aún con miedo, tomé la decisión.

Habiendo tomado la decisión, el miedo aún no merma.
Y ahora, mientras la operan, estoy angustiada.

Pienso:
¿Y si le pasa algo durante la operación? ¿Y si no queda bien?
¿Y si pierdo a mi bichita compañera?

Tomar la decisión de castrarla, me expuso al miedo que me produce la posibilidad de perderla.
Y si la perdiese, al dolor que eso conllevaría.

Es porque duele el proceso para poder serlo, que ser feliz es una decisión.
Una decisión que implica usar nuestra fuerza de voluntad.

Decidir ser feliz implica comprometerse a transitar, y a superar, el miedo y el dolor.
Implica transitar el miedo que nos produce perder, o mejor dicho soltar, lo conocido, sin saber demasiado bien qué es lo que estamos ganando.
Implica sentir dolor hasta que le enseñamos a nuestra consciencia a dejar de resistirse al cambio.

Mientras hacemos lo que nos produce la falsa ilusión de tener todo bajo control, no sentimos miedo. Cuando, en cambio, empezamos a fundamentar nuestras decisiones en sentir felicidad, nos volvemos vulnerables a todo el infinito abanico de las emociones humanas.

A través de las consultas de Tarot & Astrología, voy tomando cada vez más consciencia de que los seres human@s confundimos felicidad con control.
No sabemos que el desarrollo del deseo, incluye la superación de las emociones difíciles, y por lo tanto, elegimos aquello que imaginamos nos evita sentir dolor, estar tristes, angustiados, etc.
Creemos que si nos sentimos “mal”, es porque nos estamos equivocando.

Hasta hace un tiempito, creía que evitarle el dolor de la operación a Toti era cuidarla. Sin embargo, su sufrimiento en cada uno de los celos, me hizo replantearme mi criterio, hasta entender que este proceso es necesario para que ella pueda ser más feliz.

Ahora Toti se está recuperando.
Está dolorida, y un poco desorientada.

La estoy mimando y acompañando, ayudándola a fortalecerse.